sábado, 17 de octubre de 2009

El Misterioso Caso de las Alas al Revés.

Encontré en mi oficio un oficio muy bueno. Reparando alas he aprendido su funcionamiento. Conozco cada palmo de su estructura, conozco cada una de las medidas desde la punta de la pluma más alta hasta el lugar donde se unen con la espalda. Conozco de memoria cada uno de los colores de los que se puede teñir. Desde ese blanco mate hasta aquel pardo grisáceo. Conozco muy bien las plumas que la conforman. Conozco el material de cada una de sus hebras.


     Pero nadie nunca me había traído un espécimen tan raro como este. Las alas parecieran que están al revés. La pluma que debería encabezar la estructura esta ahora pegada a la espalda; y la ancha columna de material que se supone va ahí, está ahora al aire, tratando de sostenerse en alto. El color es también algo extraño para mí: pareciera tener un tono verdacho como el del musgo que se arremolina en las orillas de un río.

     Definitivamente este será un gran descubrimiento. Pasaré de ser un simple artesano a un científico renombrado. Escribiré libros sobre la estructura de las alas. Y nadie criticara mi autoridad en cuanto a este tema se refiere. Ahora podré darle a mi mujer la vida que se merece. Podre comprarle ese abrigo de piel de oso que siempre me ha pedido. De ahora en adelante viviremos como reyes.

     “Venga usted para acá” Ordeno al desdichado dueño de las alas al revés. Él obedece inmediatamente me da la espalda enseñándome su deformidad. Al darse la vuelta, me llega una ráfaga a la cara provocada por el batir de sus alas, y con ello un olor maravilloso. Jamás había oído de alguien que se perfumara las alas.  “Que ha hecho usted con esto” Le pregunto refiriéndome al olor. “Nada, así huelen desde que nací.” Responde él tranquilamente. Mi sorpresa crecía a cada momento.

     Comienzo a examinarlas de más cerca, acariciándolas suavemente con mis manos desnudas. Escucho una pequeña risa contenida de mi cliente. “Hace cosquillas.” De pronto encuentro una herida situada justo en el eje axilar formado por el ala y la espalda. Un orificio muy extraño del cual emana un líquido viscoso parecido a la sangre. Lo presiono para ver hay alguna reacción, mas mi cliente sigue tan tranquilo como cuando llegó. “¿Se ha dado cuenta usted que tiene una herida?”. “¿Una qué?”. De pronto las puntas de mis alas se vuelven muy pesadas como para sostenerlas.  Comienzo a sentir un cosquilleo en mi espalda, como si una bala hubiera penetrado  y ahora la sangre chorreara.  Miro a las alas de mi cliente entre mis manos: Parecen normales; ningún signo de deformidad. No quisiera imaginarme de que color estarían mis alas en ese momento.



3 comentarios:

Pluma Roja dijo...

Muy interesante y confuso tu relato. será que tus plumas se convirtieron en rojo? fue herida mortal? Placer leerte.

Hasta pronto amigo.

Cami-Punk dijo...

Gon, por lo visto soy la primera,
te agradesco por pasar siempre y dejar tu huella en mi blog,
un beso,
que estes bien,
estoy bastante apurada asi que prometo pasar despues

Anónimo dijo...

Raqueelitha.!

Heaa.! me imspiiraron hee.! que liindos todozs me gustharon los nombres sobre todo Paulina aun que prefiero raqel,Anuviz,alisee,Nuvia,Natzuki
Zakura ect.! jeje pero pz... me Gustaron todos que biien he El escriitor.! achhh.! xD me boy te cuiidazs.! Besosz de fresa

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